sábado, 31 de octubre de 2009

CAMELLO


El nombre "camello" proviene del hebreo gamal, que significa "devolver" o "compensar", ya que el camello hace generalmente lo que su amo le solicita.

Especies

Existen dos especies de camellos: el bactriano (camelus bactrianus, provisto de dos jorobas) y el dromedario (camelus dromedarius, que posee un

a sola joroba). Ambas especies son rumiantes sin cuernos, sin hocico, con los orificios nasales formando aberturas oblicuas, el labio superior dividido y movible por separado y extensible, sin pezuñas (tienen dos dedos diferenciados), el abdomen elevado y patas largas y delgadas. Al contrario de la creencia popular, el camello alma

cena grasa en vez de agua en la joroba que al en

contrarse sin reservas, la misma cae sobre un costado de su lomo.

Comportamiento

Por lo general, los camellos tienen una característica pasiva. Pero, para su defensa, suelen utilizar las patadas e incluso utilizar su saliva por medio de expulsión desde su boca, la cual produce una sensación de ardor al entrar en contacto con los ojos.

Se les emplea normalmente como animales de carga, aunque también se aprovecha su piel, leche y carne. Puede ingerir 180 litros de agua de una sola vez y avanzar sin volver a tomar agua por más de 10 días. Las hembras daban leche para el viaje y su pelo se hilaba para hacer vestidos y sogas. Con la piel se confecciona sandalias y cantimploras y el estiércol era útil como combustible para cocinar alimentos por la falta de árboles en el desierto. En el norte de África existen "dromedarios danzantes" y de competición que divierten al público durante la fiesta conocida como "el día del camello". También son empleados para transportar turistas por el desierto.

Granjas de camellos

Durante las últimas décadas, los camellos han recuperado el reconocimiento por su potencial producción de comida en zonas áridas y semi-áridas de Sudán. Después de haber sido destituidos por ineconómicos por el gobierno de Sudán, su papel vital en el soporte de poblaciones humanas en algunas de las áreas más pobres y azotadas por la sequía del mundo ha sido ahora reconocido (Hjort af Ornäs, 1988). La devastadora sequía de África entre 1984 y 1985 demostró que la posesión de camellos podía dar a los pastores una excelente oportunidad de sobrevivir. Mientras todos los rebaños de ovejas y cabras sucumbían a las áridas condiciones, la población de camellos sobrevivió relativamente ilesa. Por consiguiente, algunos grupos de pastores con profundas raíces en la ganadería, como los Samburu del norte de Kenia, empezaron a adquirir camellos (Sperling, 1987), un hecho que atrajo la atención de agencias de desarrollo y organizaciones internacionales.

Usos militares

Se han hecho intentos de utilizar los camellos como Caballería y monturas de dragon y como animales de carga en lugar de caballos o mulas. Los camellos han sido usados militarmente, sobre todo, por su habilidad para asustar caballos en registros cerrados, una cualidad famosamente usada por los aqueménios persas cuando luchaban contra Lidia, además, los persas solían usar los camellos como trenes de avituallamiento para transportar armas y equipo. Los caballos aborrecen el olor de los camellos, los que están cerca, incluso, se hacen difíciles de controlar. El ejército de los Estados Unidos tuvo una unidad de camellos desplegada en California en el siglo XIX, y los establos de ladrillos todavía pueden verse en el arsenal de Benicia, ahora convertido en estudio de artistas y artesanos. Los camellos se han usado en guerras por toda África, hasta el Imperio Romano del Oriente usó tropas auxiliares conocidas como Dromedarii reclutadas en las provincias del desierto. Durante la Gerra Civil Americana, los camellos fueron usados en una etapa experimental, pero no llegó lejos.

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